Monstruos
La vida comienza cuando una empieza a ser consciente de su valor como persona. No como periodista, no como alumna, no como hija, amiga o amante. Sólo como persona, sin adjetivos. Con sus luces y sus sombras, sus días buenos y regulares, sus aficiones, sus gustos, sus manías, sus virtudes, sus meteduras de pata, sus más, sus menos.
Manifiesto a la (r)evolución
Si hablamos de lastres, me niego a cargar a mis espaldas cualquier cosa que no me dé vida. Paradójicamente, me pesan demasiado los objetos vacíos, y el camino es largo como para llevarlos siempre a cuestas. Por eso he hecho un inventario de todo aquello que me sobra. Por innecesario, por menguante, por contraproducente. Porque vaciar la taza es un requisito indispensable para poder volver a llenarla.
Todos podemos volar, pero a veces se nos olvida cómo
De viajar me gustan muchas cosas, pero lo que más es la relativización del tiempo. Me encanta que las horas se estiren como un chicle, que los días den tanto de sí que en mi cabeza parezcan semanas, aunque se pasen de rápido como si fueran segundos.